El método de envasado de los alimentos no solo es importante para conseguir un resultado final óptimo en cuanto a la presentación del producto, sino que también es una de las variables que incidirán significativamente en su conservación.
La presión, la temperatura y el tiempo tienen efectos distintos según la técnica utilizada:
- Temperatura: cuando se llena en caliente, es importante recordar que la mayoría de los materiales flexibles, como los envases de PET, tienen una temperatura de transición máxima de alrededor de 70 °C, por lo que se deben utilizar enfoques particulares para minimizar la deformación tanto durante como después del llenado. Las bajas temperaturas, por su parte, se utilizan en los empaques de alta presión.
- Tiempo: Este parámetro tiene un impacto significativo en sistemas como el envasado en atmósfera protectora, donde la introducción de gases tras la eliminación del oxígeno debe ser muy rápida, así como el envasado a alta presión, donde el contenido puede deformarse si la presión hidrostática es mayor. Realizado durante un período de tiempo más largo de lo necesario. Además, en el llenado en caliente, el hot-tack o la resistencia del sellado en caliente afectarán la optimización de la velocidad de llenado.
- Finalmente, la presión será fundamental en sistemas como el envasado a alta presión, donde la presión debe administrarse uniformemente durante toda la comida y en todas las direcciones.
- Tiempo de soldadura: la cantidad de tiempo que la placa de soldadura se mantiene contra el material determina la cadencia, la pelabilidad y la estanqueidad, entre otros factores importantes en el embalaje adecuado.
Además de la temperatura, el tiempo y la presión, en todo proceso de envasado se debe considerar un factor como la protección de los alimentos, que suele ser una combinación de necesidades para evitar el deterioro, fuga, alteración, contaminación, deshidratación, compresión, barrera contra el oxígeno, contra vapor de agua, contra bacterias, y un largo etcétera.
